martes, 30 de noviembre de 2010

OPTIMISMO VALIENTE.


PUENTE A LA ESPERANZA

"No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro optimismo o nuestro pesimismo, de origen filosófico o patológico, tanto el uno como el otro, el que hace nuestras ideas". Miguel de Unamuno.

"Eso es lo que hay".
Maldita frase que estoy oyendo con demasiada frecuencia. Frase que recoge todo lo que de victimista y resignado sufridor puede tener el ser humano.
¿Estamos seguros de que no podemos hacer nada? ¿De que no está en nuestra mano una vida mejor? ¿Cómo podemos creer, que con nuestra actitud, con nuestra disposición, con nuestro optimismo, nada puede cambiar?
Es evidente, o al menos eso parece, que "lo que hay" es lo que hay, y por mucho que queramos que no lo haya, si lo hay, lo hay. Pero tan evidente como eso, es que podemos percibir de forma diferente una misma realidad, que podemos encajar los golpes de mejor o peor manera, y que esa disposición va a ser la llave que nos va a permitir abrir puertas o va a ser el lastre que nos haga pesado el camino.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

Por cuatro esquinitas de nada...

MARAVILLOSOS MAESTROS


A veces, tenemos la suerte de encontrarnos gente maravillosa, gente que ve más allá de nuestro cazo, del cazo de nuestros hijos. Maestros que saben descubrir las virtudes y modelar los defectos. Yo, tengo la suerte de conocer unos cuantos...Y mis hijos tienen la suerte de tenerlos cerca, muy cerquita. No los voy a nombrar, ellos saben quién son y mis hijos también.

viernes, 12 de noviembre de 2010

A MI CAMPEÓN.


A mi hijo mayor, por su sensibilidad, por su capacidad de comprensión, por el amor que dia a dia regala a sus hermanos. Por su deseo de ayudar, de comprender, de mejorar. Por su paciencia. Ya lo dice tu hermano, eres un campeón.

Con las puertas abiertas.

Todavía hoy, en San Gregorio, el barrio de Telde donde vivo, se pueden encontrar puertas abiertas. Casas terreras que al iniciar el día se abren y se cierran al anochecer, para descansar. Recuerdo que cuando era niño, en mi pueblo, las puertas estaban abiertas durante todo el día. Las bombonas de butano, las bolsas de la compra, las bicicletas, estaban en los portales. Se llamaba a la puerta usando la aldaba, pero la puerta estaba casi siempre entreabierta, te ofrecía hospedaje si era eso lo que deseabas. No estoy en contra del progreso, de hecho estoy “colgando” esto, no sé muy bien dónde, y me parece estupendo poder hacerlo. Podemos hacer la compra por internet, comunicarnos en las redes sociales sin levantarnos del sillón del salón o hacer videoconferencias, trabajar en muchos casos desde casa, el teletrabajo le llaman, jugar todos los deportes imaginables en la play station o en la Xbox y todo esto sin salir de casa. Una auténtica maravilla, si esta forma de comunicación no excluyera la tradicional, la que creo que estamos perdiendo.


Uno de los muchos motivos por los que me gusta mi barrio, San Gregorio, es porque se resiste, todavía se mantiene la relación entre vecinos, las pequeñas tiendas, la vida de calle. Esta forma de vida, cuando las ciudades crecen, tiende a desaparecer. No estaría mal si fuéramos capaces de mantener lo bueno que ya tenemos y sumarle lo bueno que nos viene.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Defensa propia.

El representante de muchas personas a las que quiero, la máxima autoridad de mucha gente que respeto y admiro, viene a cantarnos las cuarenta a los que no pensamos como él.
Viene creando una nueva palabra, "laicidad", y sin que esta palabra haya nacido (la RAE no la contempla) ya la critica. Viene a decirnos a todos cómo debemos actuar en nuestra vida. Viene criticando la historia (pero sólo de la parte que le interesa), a salvarnos del temido regreso de los años 30. Viene a decirnos que vivimos a oscuras, que no vemos la luz del sol. Viene a decirnos que no se debe pervertir la palabra de Dios haciendola servir a fines que le son impropios, que es menester que se profiera santamente. Evidentemente, como lo hace desde tiempos remotos el Vaticano. Hay muchos peregrinos por los caminos del mundo, el peregrino del camino de Santiago, si es cristiano, es un buscador de fe, un creyente que busca el perdón y realiza un largo y meditado proposito de enmienda recorriendo hermosos parajes. Desde el anonimato, desde el respeto y sin tener que dar razón ni motivo, hace el camino y es acogido por los pueblos del recorrido. Se aloja en albergues, respeta y admira culturas diferentes, disfruta de todo lo que ven sus ojos, ya que todo tiene un sentido y un valor. Y reflexiona en las largas caminatas, sobre sus palabras, obras y omisiones. Este señor llega, sin bajarse del avión desenfunda sus armas, sus razones, las únicas válidas según él. Se pone la capa y a por el jubileo. Si su mensaje no es de concordia, si esas manos en lugar de acoger almas parecen garras contra el infiel, no me voy a quedar callado.
Cada vez que íbamos a un pueblo cercano al mío, con cierta animadversión entre ambos, al saludar ya nos preguntaban: ¿qué quieres?, ¿reñir?. Y nosotros evitabamos la respuesta para no entrar en conflicto. A este señor voy a terminar preguntandole lo mismo. Y tu, ¿qué quieres? ¿reñir?... Pero en este caso, el que se lo está buscando es él y si es así, hay tema para rato... Y que conste que ya sé que no es necesario, ni mucho menos, estar de acuerdo con el jefe para formar parte de la plantilla de la empresa. Es más, la empresa puede tener secciones y departamentos muy dignos, a pesar de tener un departamento de dirección desastroso. Pero, por favor, llevenlo a Castelgandolfo y que monte un comedor social o una casa de acogida, y si no quiere, encierrenlo y tiren la llave al lago.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El cien existe.

Hace unos cuantos años ya, en la década de los 80, el patronato de escuelas infantiles municipales de Pamplona inició una experiencia innovadora y con resultados sorprendentemente agradables, llevando a la práctica las teorías pedagógicas de Loris Malaguzzi y las escuelas Reggio Emilia, ciudad italiana que dió origen a estas escuelas. Una ciudad recién salida de la segunda guerra mundial, escasa de recursos, incluso los más básicos, fue capaz de iniciar y sacar adelante, un proyecto educativo innovador. No cabe la menor duda de que el aporte económico para estos proyectos es fundamental, el ratio de niños por aula, el espacio útil y el número de educadores por grupo, está directamente relacionado con la cuantía presupuestaria que las instituciones encargadas de la educación estén dispuestas a destinar a tal fin. Sin esos recursos, es imposible llevar a cabo ningún proyecto por maravilloso que éste pueda ser. Pero, también hay otro factor que es fundamental, y que está en nuestra mano rescatar: las ganas, la ilusión, la motivación, la amplitud de miras y el empeño que tanto padres como docentes tuvieron en los inicios de aquella andadura italiana, tiempos aquellos, distintos, pero no más fáciles que los actuales. Crear una escuela amable, activa, inventiva, participativa, habitable, basada en la pedagogía relacional, en la que padres, educadores y niños vivan la educación en todas sus facetas y unos y otros sean capaces de aprender de la investigación conjunta. Las unidades didácticas son sólo uno de los cien lenguajes de los niños. Hay noventa y nueve más. Y el cien existe.